¿Qué es
liderazgo, o, mejor dicho, qué es un líder? Hay diversas interpretaciones y
conceptos para definir qué es liderazgo, casi todas definiendo a una persona
que está por encima de todo y de todos. Por ejemplo,
un capitán que da órdenes y los subordinados le siguen porque consideran que es
lo correcto. También, un guía que dirige al grupo y que tiene una visión
distinta a los demás. Incluso, hay quienes creen que mitológicamente es un
“dios” que viene a ayudar a los mortales. Un fuera de serie. En un mundo que
vive en constantes cambios, sumado al desarrollo de las nuevas herramientas
tecnológicas de comunicación e información, quien tiene éxito en una
determinada empresa es considerado un líder, sin entender muchas veces que el
éxito no viene sólo, sino que está acompañado de otras fuerzas, ideas y sueños
y hasta vicisitudes.
Existen algunos “líderes” que han robado las ideas de sus jóvenes gerentes o colaboradores para hacerlas suyas, como se suele hacer en el ámbito de las tecnologías de la información.
En realidad,
el liderazgo no tiene nada que ver con la fama, popularidad, puesto,
responsabilidad, autoridad, dinero y estatus económico o social. El liderazgo
trasciende a esos conceptos, tanto en teoría como en práctica.
Algo que
equivocadamente se viene desarrollando en el ámbito empresarial es que una
persona que logra éxitos, muchas veces mediáticos, es ya un “líder”, ignorando
su conducta y ejemplo para los demás. Un gerente puede ser exitoso porque
aplica determinadas estrategias de ventas, producción o comercialización, y ser
al mismo tiempo, una persona déspota y malcriada con los subordinados. ¡Esa
persona no es un líder! Porque el liderazgo es proactivo y nunca proclive.
Entendemos por “proclividad” a la inclinación hacia algo malo o incorrecto.
¿Tiene el
liderazgo algunas características? ¿Se puede distinguir al líder en las organizaciones?
El liderazgo tiene en su naturaleza misma semillas como la confianza,
la iniciativa, el orden y los controles internos. También la vitalidad, el buen
gobierno corporativo, el conocimiento de las tecnologías de la información, la
metodología y el buen uso de las herramientas de gestión. Obviamente, estamos
hablando de un liderazgo orientado hacia la organización empresarial.
Pero también, el líder tiene valores y principios
innatos, inherentes a su naturaleza como la transparencia, autoridad, entusiasmo,
entrenamiento, lealtad, empatía y simpatía. Todo ello se aprende en el camino,
aunque en algunas personas, es más fácil detectarlo aún desde niños. En la vida
todo se aprende.
Una persona que sabe tomar buenas decisiones, es segura,
pone pasión a lo que hace, es disciplinada y delega funciones, está en camino a
convertirse en líder. Si a ello agregamos que es solidario, colaborador, sabe
evaluar aún a sus competidores, tiene conocimiento de los mercados, del producto
y servicio, es seguro que ya sea un líder, no tanto por el conocimiento, sino
por el conjunto de virtudes que hablan a su favor.
En principio
el liderazgo comprende seguidores, pero no cualquier seguidor tipo borrego,
sino discípulos. Es un ejemplo de vida para quienes lo
siguen. Es lamentable que hay seguidores que siguen lo incorrecto.
Asimismo, un líder es un
emprendedor, pero un emprendedor, no necesariamente es un líder. Una persona
puede tener una posición de jefatura o gerencia, pero eso no lo hace un líder.
Podrá tener la autoridad laboral, pero no el liderazgo sobre los colaboradores
o subordinados.
El liderazgo es básicamente influencia y si nos referimos al quehacer
emprendedor, debemos remitirnos necesariamente al conjunto de características
que definen a un emprendedor exitoso.
El liderazgo emprendedor es una dimensión “especial” donde la influencia, la vocación
de servicio, el ejemplo, la visión de futuro y el trabajo en equipo confluyen.
También la solidaridad, puntualidad, responsabilidad y ante todo la verdad,
forman parte de una unidad. Es como una naranja, una sola fruta, pero si se
saca la cáscara, hay partes que suman una unidad. Por esa razón, el liderazgo
será siempre una dimensión
espiritual (de espíritu, no de
religión).
La filosofía del
liderazgo está basada en la inspiración y no en la experiencia. El verdadero líder inspira a sus seguidores. La experiencia en el campo de
los negocios puede ser excelente, pero no inspiradora. Hay otros elementos para
tomar en cuenta.
El liderazgo no es el estilo, ni la
técnica, ni la metodología, sino el carácter, esa es la verdadera prueba de un
correcto y buen liderazgo en el ámbito emprendedor. El verdadero líder es un
ejemplo a seguir. En el mundo de los negocios cuando eso existe, se traduce en:
Excelencia empresarial.
EL APUNTE
Un emprendedor está llamado a ser un líder en todo el sentido
de la palabra.
El liderazgo se aprende, no se nace con ello. Obviamente se
requiere desarrollar una serie de habilidades: liderar, comunicar, negociar,
delegar, motivar, asistir, enseñar, desarrollar equipo, resolver conflictos,
evaluar, reclutar, etc.
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