sábado, 18 de agosto de 2018

EL LIDERAZGO ES COMUNICARSE BIEN


El liderazgo implica desarrollar una buena comunicación en el sentido más lato de la palabra, especialmente la empatía o estrategias de relaciones públicas. Supone conocer a las personas y clientes para mejorar las relaciones. Las personas de toda organización por ser emprendedoras deben saber conocer a los diversos tipos de públicos que son la base de la prosperidad personal y social. Según la psicología de la comunicación, las percepciones que se forman de un determinado impacto gobiernan nuestra manera de ver las cosas y guían nuestra conducta en el futuro. Son esas sensaciones interiores que resultan de una impresión, impactando en los sentidos.

EL LIDERAZGO EMPRENDE E INNOVA


La palabra “emprendedurismo” es casi nueva en los diversos diccionarios de las lenguas emergentes y también en los países jóvenes, especialmente los subdesarrollados o naciones nacientes que han surgido de las rupturas de alianzas políticas. Ahora se habla del “espíritu emprendedor”, “sinergias”, “start up”, “emprendimiento”, “educación emprendedora”, “expertise”, “know how” y “feed back”, “innovación”, “creatividad”, entre otras nuevas palabras, frases, anglicismos, galicismos y otros neologismos, obviamente siempre en los ámbitos empresariales y personales. El mundo ha crecido y a la vez se ha reducido. Ha crecido en términos poblacionales, tecnológicos y virtuales, pero se ha reducido en esos mismos conceptos.

EL LIDERAZGO FORMA CONVICCIONES


La convicción en el liderazgo es fundamental. Es la confianza de estar seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando en el momento no se pueda ver. Es la seguridad que tiene una persona de la verdad o certeza de lo que piensa o siente. Es algo más que convencimiento. Una persona convicta sabe perfectamente lo que hace y por qué lo hace. Un líder que no tiene convicciones firmes pone en juego su estabilidad de trabajar con personas, e incluso, con el tiempo hasta podría fracasar en sus proyectos personales. Pero eso se va aprendiendo. Nadie nace con convicciones firmes. Un niño es voluble e inconstante hasta la adolescencia. Luego, un joven lo es cuando no sabe manejar sus emociones o ignora algunas herramientas de gestión. En la edad adulta, si ello no se aprendió, aunque tenga varios títulos universitarios o hable 50 idiomas, no tendrá un carácter con dominio propio y se dejará convencer por cualquier opinión.

EL LIDERAZGO ES ÉTICO


En estos tiempos modernos, uno de los principios que se está perdiendo entre las personas y, por ende, en las organizaciones es la ética. Todas las personas deberían comportarse de acuerdo con las normas éticas basadas en principios como el respeto, la tolerancia, la honradez, la puntualidad, la responsabilidad, el trabajo en equipo, la solidaridad, la visión de futuro, etc. Estos principios no sólo deberían practicarlo quienes están en una posición de autoridad o responsabilidad, sino todos los colaboradores de una organización o empresa. Está comprobado que cuanto más ética es una organización, más exitosa será en su desarrollo institucional. El liderazgo demanda de quienes lo practican o asumen, una ética comprobada en el sentido más lato de la palabra. La nueva cultura organizacional exige que los colaboradores adopten o tengan muy en claro cuáles son sus principios éticos. El comportamiento de las personas, aún de su “vida privada” influencia mucho en las decisiones e imagen de la institución.

EL LIDERAZGO ES TRABAJO EN EQUIPO


En estos tiempos de competitividad y globalización es notoria una tendencia que presentar al líder como un “todista”. Es decir, como aquella persona que sabe de todo y hace de todo, por lo que hace todo. Sin él las cosas no funcionan.  Tiene que estar presente para dirigir a los subordinados, “ovejas” o colaboradores. Nadie puede tomar mejor decisión que el “líder”. Es una especie de “dios” especializado en gestionar, dirigir y administrar el trabajo de las personas. Incluso lo presentan como el “emprendedor” y “luchador” que con mucho esfuerzo logró metas y alcanzó sus sueños, aún pagando un alto costo social, algunas veces pasando por encima de otras personas. Ese tipo de “liderazgo” es cualquier cosa, menos el liderazgo que transforma a la persona. Le pueden llamar así, e incluso, hasta existen coaching que lo pregonan, pero no es ni tiene la esencia del verdadero liderazgo.

LIDERAZGO ES COMPARTIR UN SUEÑO


El liderazgo supone compartir todo: sueños, ideas, propuestas, iniciativas, cargas, visiones, disciplinas y vida. El liderazgo no es optimismo, positivismo o activismo. Se puede tener esos recursos o dones, pero no ser un líder. Compartir no es fácil. Se habla algunas veces de una visión compartida, pero muchas veces eso no se cumple en la práctica. Se requiere una buena dosis de desprendimiento para compartir un ideal; y decimos que no es fácil, porque el corazón del ser humano muchas veces tiende hacia el egoísmo. Queremos tener las cosas para nosotros o estar siempre al frente. Preferimos ser cabeza de ratón y no cola de león. El ego no nos permite estar en segundo o tercer lugar, queremos ser siempre los primeros, pensando que un líder siempre está adelante y debe ser el primero, porque muchas veces los gurús de la administración moderna así lo pregonan y enseñan en las universidades.

jueves, 15 de febrero de 2018

EL LIDERAZGO DE FIRMES Y REALES CONVICCIONES

Una de las características del liderazgo es que el líder debe tener firmes y reales convicciones. ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué es lo que motiva a un líder? Cuando hablamos de convicciones es referirnos a la integralidad de la persona. No siempre a un líder lo motiva el querer hacer lo correcto. En estos tiempos cambiantes, donde lo único absoluto es el cambio mismo, la relatividad juega un rol muy importante en la sociedad. Cuando la integridad es la base del liderazgo, apreciaremos que la actitud del líder se reflejará en su estilo de vida frente a los diversos hechos que se presentan. La persona debe tener firmes convicciones para no dejarse llevar por comentarios e influencias ajenas. Lo real es lo que existe y, por lo tanto, eso se debe reflejar en la toma de decisiones y posturas que adopta el líder.

EL LIDERAZGO ES INTEGRADOR

La integridad es la base del liderazgo. Pero, ¿qué es integridad? Es la actitud positiva de una persona que trascenderá por el estilo de vida que tiene. El liderazgo implica tener una actitud positiva. Es hacer las cosas, pero hacerlas bien. Hacer lo contrario es mediocridad. ¿Por qué afirmamos que el liderazgo es integrador? Porque es un estilo de vida completo. Mucho se ha escrito acerca de ello, e incluso, hay diversos programas que lo promueven en todo el mundo. En el ámbito empresarial, el liderazgo juega un rol importante en el crecimiento de las organizaciones y en la toma de decisiones, incluyendo la adecuada administración de los riesgos organizacionales.